“Gracias”: Término que cotidianamente usamos sin prestar atención a lo que significa. Palabra que surge usualmente por servicios que recibimos, halagos que nos hacen, etc. Pero, ¿Decirlo es sentirlo? ¿Estamos realmente agradecidos?
La gratitud involucra algo más que articular una palabra automáticamente; Es un sentimiento que reconoce y aprecia de corazón lo que alguién más ha hecho por nosotros.
Actualmente las personas tienen un mal concepto de la gratitud. Ser agradecidos no consiste en “devolver el favor o beneficio recibido”, sino se trata de apreciar francamente la generosidad empleada en ti. Desde otra perspectiva, la persona que hace la acción generosa no debe esperar nada ha cambio, el gesto hacia otro ser humano debe ser desinteresado; El simple hecho de que la persona a quien ayudaste esté honestamente agradecida es suficiente. No deberíamos considerar que la gratitud se manifiesta en acciones que “devuelven” del beneficio recibido.
No obstante, naturalmente las personas buscan recompensar en cierta forma, la muestra de afecto o cuidado que se tuvo. Con esto hago referencia a que la gratitud nace por la actitud que tuvo una persona hacia ti, no por el bien recibido.
La gratitud guarda relación con la consideración que tenemos cuando otra persona dedica algo de su tiempo para ayudarnos o cuidarnos. Por ejemplo: Cuando mis padres trabajan toda la mañana para sostener a la familia, y detienen ese compromiso para recogerme del colegio y llevarme a mis entrenamientos, o cuando mis padres espontánamente me compran un traje de baño nuevo sin que yo se los pida, me siento agradecida, pero el motivo de mi agradecimiento no es la acción de llevarme y traerme o el objeto material obtenido, sino que me manifiestan amor y atención diariamente y lo hacen desinteresadamente.
Finalmente cabe destacar que no todos cuentan con alguién que los ayude, que les dé muestras de afecto y atención, así que es tiempo de concientizar y AGRADECER todo lo Dios nos ha dado en la vida, además de detallar con mas cuidado los pequeños gestos que recibimos pero no nos damos cuenta, ya que provienen de alguna persona desinteresada que no presume de su acción bondadosa.
Mientras que algunos se quejan porque no tienen “suficiente” dinero, o porque la comida “no sabe bien”; otras personas darían lo que fuera por ganar aunque sea 10$ por día, o tener la posibilidad de comer una vez al día. En mi opinión, la gratitud es el más importante de los valores, ¿qué sensación puede ser mejor que sentirse agradecido con la vida? Además ese sentimiento se transmite en buenas acciones, y en lo personal, yo considero que la única forma de encontrar la felicidad plena, es ayundando a los demás. Inténtalo! Te darás cuenta de que cuando hay felicidad a tu alrededor, es inevitable sentirte feliz.
Debo decir con humildad, que GRACIAS a Dios principalmente, y a mis padres, yo he desarrollado este valor desde hace ya, algunos años... Y en consecuencia puedo asegurar que es el sendero directo a la felicidad y la paz interior.
Autora: Valentina Grillo
